La hipertensión, también conocida como hipertensión, es una afección en la que la sangre presiona las paredes arteriales con un aumento de presión. La presión arterial consta de dos medidas: presión sistólica y presión diastólica.
- Presión sistólica: Es el número superior en la presión arterial y representa la presión arterial en las arterias durante la contracción del corazón (sístole). La presión sistólica normal es inferior a 120 mm Hg.
- Presión diastólica: Es el número más bajo en la presión arterial y representa la presión arterial en las arterias entre los latidos cardíacos, cuando el corazón está en reposo (diástole). La presión diastólica normal es inferior a 80 mm Hg.
En general, la presión arterial alta se define como la presión arterial que se mantiene consistentemente elevada por encima de los niveles normales. Clásicamente, la hipertensión se divide en tres etapas:
- Hipertensión leve: presión sistólica entre 130 y 139 mm Hg o presión diastólica entre 80 y 89 mm Hg.
- Hipertensión moderada: presión sistólica entre 140 y 159 mm Hg o presión diastólica entre 90 y 99 mm Hg.
- Hipertensión severa: presión sistólica de 160 mm Hg o más o presión diastólica de 100 mm Hg o más.
La hipertensión es una condición de salud importante porque puede aumentar el riesgo de complicaciones graves como infarto, ictus, insuficiencia cardíaca, aneurisma, enfermedad renal y otros problemas cardiovasculares. En la mayoría de los casos, la hipertensión no causa síntomas y solo puede detectarse midiendo la presión arterial regularmente. Por eso es importante controlar tu presión arterial regularmente y consultar a un médico si los valores están por encima de los niveles normales.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA HIPERTENSIÓN?
La hipertensión, también conocida como hipertensión, suele denominarse el “asesino silencioso” porque en muchos casos no causa síntomas. Esto es peligroso porque la hipertensión a largo plazo puede dañar los vasos sanguíneos y el corazón, y provocar graves problemas de salud, como ictus, infarto y insuficiencia renal.
Sin embargo, en algunas personas, la hipertensión puede ir acompañada de los siguientes síntomas:
Síntomas comunes:
- Dolor de cabeza, especialmente en la parte occipital de la cabeza, por la mañana o al despertarse
- Sudando, sobre todo por la noche
- Fatiga y somnolencia
- Rojecimiento de la cara y las orejas
- Vértigo
- Náuseas y vómitos
- Sonido en los oídos (zumbido, ruido)
- Dificultad para respirar
- Insomnio
- Cambios en la visión (por ejemplo, visión borrosa)
Síntomas menos comunes:
- Hemorragias nasales
- Dolor en el pecho
- Manos temblorosas
- Ansiedad
- Incapacidad para concentrarse
Es importante señalar que estos síntomas también pueden desencadenarse por otros problemas de salud. Si los tienes, necesitas consultar a tu médico, que te ayudará a determinar la causa y obtener un diagnóstico adecuado.
Diagnóstico de hipertensión:
La única forma de saber con certeza si tienes la tensión alta es medirla. La medición de la presión arterial es un procedimiento sencillo e indoloro que puede realizarse en la consulta del médico o en la farmacia. Se recomienda que se controle la presión arterial regularmente, especialmente si tiene factores de riesgo para la hipertensión, tales como:
- Edad (más de 65 años)
- Antecedentes familiares de hipertensión
- Obesidad o obesidad
- Inactividad física
- Tabaquismo
- Consumo excesivo de sal
- Consumo excesivo de alcohol
Tratamiento de la hipertensión:
El tratamiento de la hipertensión depende de la gravedad de la condición y de sus causas. En algunos casos, los cambios en el estilo de vida pueden ser suficientes, como por ejemplo:
- Reducción de peso
- Actividad física regular
- Dieta saludable (rica en frutas, verduras y fibra, baja en sal)
- Limitar el consumo de alcohol
- Dejar de fumar
En otros casos, también es necesario tomar medicación. Es importante que sigas las indicaciones de tu médico y tomes la medicación regularmente para controlar la presión arterial.
El control regular de la presión arterial y el seguimiento de los síntomas son esenciales para la detección y tratamiento tempranos de la hipertensión, así como para prevenir complicaciones graves de salud.