La espondilitis anquilosante, también conocida como enfermedad de Bechterew, es una enfermedad inflamatoria reumática crónica y desafiante con varias características distintivas. Este texto describe en detalle los síntomas, la evolución de la enfermedad y las posibles complicaciones, proporcionando una visión más profunda de la naturaleza de esta patología.
¿QUÉ ES LA ESPONDILITIS ANQUILOSANTE?
Aunque la causa del proceso inflamatorio en la columna aún se está investigando, los avances en la comprensión de los mecanismos de la enfermedad permiten métodos diagnósticos y enfoques terapéuticos más precisos. La causa de la espondilitis aquilosante es desconocida, y los genes parecen desempeñar un papel. La mayoría de las personas con espondilitis anquilosante son positivas para el gen HLA-B27.
En esencia, la espondilitis anquilosante es una enfermedad que afecta a la columna vertebral, causando dolor y rigidez a lo largo de ella, especialmente en la zona lumbar. Además, los síntomas pueden extenderse a otras partes del cuerpo, como las articulaciones de los brazos y las piernas. El término clave «anquilosis» se refiere a la rigidez, mientras que «espondilitis» se refiere a la inflamación de las vértebras.
El inicio de la enfermedad suele ser gradual, con dolor y rigidez que se desarrollan durante varias semanas o meses. La rigidez matutina, especialmente en la zona lumbar, es un síntoma común, lo que dificulta realizar actividades diarias como vestirse o inclinarse hacia adelante.
La enfermedad suele comenzar entre los 20 y 40 años, pero también puede comenzar antes de los 10 años. Afecta más a los hombres que a las mujeres. Muchas personas con espondilitis anquilosante presentan episodios leves y transitorios de dolor y rigidez en la espalda. Pero en otros, hay un dolor fuerte y constante con pérdida de flexibilidad en la columna. Además, pueden desarrollarse otros síntomas si también se ven afectadas otras zonas del cuerpo, como caderas, costillas, hombros, rodillas, tobillos y pies.
ESTADIOS DE LA ESPONDILITIS ANQUILOSANTE
En las primeras fases, la espondilitis anquilosante suele causar:
- Rigidez y dolor en la zona lumbar a primera hora de la mañana que dura al menos 30 minutos y luego disminuye a lo largo del día o con la actividad física.
- El dolor puede aparecer por la noche, extendiéndose a las caderas y, a veces, a las piernas
Con el tiempo, debido a la inflamación, las vértebras se fusionan entre sí, limitando la movilidad y dando lugar a una postura corporal característica con la cabeza inclinada hacia delante, los hombros arqueados y las caderas y rodillas ligeramente dobladas. Además, la enfermedad puede causar cambios en la piel, inflamación ocular, problemas intestinales, así como alteraciones en los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos.
Es muy importante señalar que la espondilitis anquilosante no solo se manifiesta a través del dolor articular, sino que a menudo se asocia con síntomas inespecíficos como fatiga, sensación de agotamiento, pérdida de apetito y pérdida de peso. Estos síntomas pueden afectar significativamente la calidad de vida de los pacientes y requieren un enfoque integral del tratamiento.
Aunque la enfermedad ocurre con mayor frecuencia en la edad adulta temprana, su intensidad, evolución y consecuencias pueden variar significativamente entre individuos. Por ello, es fundamental proporcionar un tratamiento individualizado a cada paciente para diagnosticar la enfermedad a tiempo, prevenir complicaciones y garantizar la mejor terapia posible.