El zinc es esencial para muchos procesos biológicos en el cuerpo, incluyendo:
Curación de heridas: El zinc es importante para la síntesis de colágeno, una proteína crucial para la cicatrización de heridas y la salud de la piel.
Salud ósea: El zinc ayuda a regular el metabolismo óseo y previene la osteoporosis.
Función reproductiva: El zinc es importante para la salud del sistema reproductor tanto en hombres como en mujeres. La deficiencia de zinc puede provocar infertilidad.
Funciones cognitivas: El zinc es importante para la salud cerebral y la función cognitiva. La deficiencia de zinc puede provocar deterioros en el aprendizaje, la memoria y la concentración.
La salud de los órganos de la visión: El zinc es importante para la salud retiniana y previene la degeneración macular.
Salud del cabello y las uñas: El zinc contribuye a la salud del pelo y las uñas, evitando que se vuelvan quebradizos y se rompan.
Las dosis diarias recomendadas de zinc varían según la edad y el género. Para mujeres adultas, se recomienda 8 mg de zinc al día, mientras que los hombres necesitan 11 mg. Para mujeres embarazadas y lactantes, se requieren hasta 12 mg de zinc al día. Los niños necesitan menos zinc, y la dosis aumenta con la edad. Los bebés de hasta 6 meses necesitan 2 mg de zinc al día, y los niños de 7 a 12 meses necesitan 3 mg. Los niños de 1 a 3 años necesitan 8 mg de zinc al día, y los niños de 4 a 8 años necesitan 10 mg.
Para más información sobre los primeros síntomas claros de deficiencia de zinc, mira el vídeo…