El cerebro y los nervios son la parte más complicada y sensible de nuestro cuerpo. El hombre moderno experimenta deterioro cognitivo, problemas de memoria y concentración a una edad extremadamente temprana, lo que lleva a que nunca más tengamos personas que desarrollen demencia en la historia. Y una de las principales razones de la destrucción es la comida que hemos estado comiendo durante décadas.
Y por eso hoy voy a deciros cuál es la peor comida para tu cerebro. Si lo evitas, tu salud mejorará mucho. Hay varios alimentos que se consideran perjudiciales para el cerebro y que pueden afectar negativamente la función cognitiva. Algunos de los peores alimentos para el cerebro incluyen:
¿QUÉ SON LAS GRASAS TRANS?
También conocidos como ácidos grasos transinsaturados, son un tipo de grasa insaturada que se encuentra en muchos alimentos procesados como productos de panadería, fritos y aperitivos. Se forman cuando los aceites vegetales líquidos se hidrogenan parcialmente, un proceso que los convierte en grasas sólidas. Las grasas trans se han relacionado con varios problemas de salud, incluyendo un mayor riesgo de deterioro cognitivo y pérdida de memoria. Una de las principales preocupaciones sobre las grasas trans es su impacto en la salud cardiovascular.
Los estudios han demostrado que las dietas ricas en grasas trans pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, ictus y colesterol alto. Las grasas trans también pueden aumentar la inflamación en el cuerpo, lo que puede contribuir al desarrollo de estas y otras enfermedades crónicas. Investigaciones recientes también han demostrado una relación entre las grasas trans y el deterioro cognitivo. Los estudios han encontrado que las dietas ricas en grasas trans pueden provocar deterioro cognitivo y pérdida de memoria. Las grasas trans también pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia.
PEORES ALIMENTOS: margarina, fritos (como patatas fritas y pollo frito), cremas para cocinar, alimentos congelados (como pizzas congeladas y comidas congeladas), productos de panadería (como pasteles, galletas y pasteles), manchas (como galletas saladas, patatas fritas y palomitas), alimentos empanizados y procesados (como macarrones con queso), alimentos de restaurante (como hamburguesas y pollo frito), café y pasteles, pescado frito, verduras, frutas, otra carne…