Los limpiadores químicos pueden afectar nuestra salud de varias maneras, dependiendo de los ingredientes que contengan y de cómo se utilicen.
Algunos de los productos químicos más comunes en los productos de limpieza que pueden ser dañinos incluyen:
- Amoníaco: puede causar irritación en las vías respiratorias, ojos y piel.
- Formaldehído: puede ser cancerígeno y causar problemas respiratorios.
- Ftalatos: pueden alterar las hormonas y afectar al sistema reproductor.
- Éteres de glicol: pueden causar irritación en las vías respiratorias, ojos y piel.
- Álcalis (hidróxido de sodio): pueden causar quemaduras en la piel y dañar los ojos.
- Sulfatos: pueden causar irritación en la piel y respiratoria.
- El alcohol (etanol, isopropanol, metanol): puede causar irritación respiratoria, dolores de cabeza y náuseas.
- Lejía: puede causar irritación en las vías respiratorias, piel y ojos.
Además de estos productos químicos específicos, existen otros riesgos asociados al uso de limpiadores químicos, entre ellos:
- Exposición a mezclas de productos químicos: Muchos productos de limpieza contienen mezclas de productos químicos que pueden tener un efecto sinérgico, lo que significa que pueden ser incluso más dañinos que los productos químicos individuales.
- Exposición prolongada: incluso si la exposición individual a un químico en un agente limpiador no es dañina, la exposición prolongada puede provocar problemas de salud.
- Sensibilidad de los niños y los ancianos: los niños y las personas mayores pueden ser más sensibles a los efectos nocivos de los limpiadores químicos.
Cómo reducir el impacto de los limpiadores químicos en la salud:
- Utiliza limpiadores naturales siempre que sea posible: Existen muchos limpiadores naturales y efectivos que se pueden preparar en casa con ingredientes sencillos como vinagre, zumo de limón y bicarbonato.
- Elige limpiadores libres de productos químicos nocivos: Busca limpiadores libres de amoníaco, formaldehído, ftalatos, éteres glicol, álcalis, sulfatos, alcohol o lejía.
- Ventila bien la zona que limpias: al usar limpiadores químicos, es importante ventilar bien la zona para evitar inhalar vapores.
- Usa guantes: cuando uses limpiadores químicos, usa siempre guantes para proteger tu piel.
- Evita el contacto con la piel y los ojos: evita el contacto de limpiadores con piel y ojos. Si hay contacto, enjuaga la zona afectada con mucha agua.
- Mantén los productos de limpieza fuera del alcance de niños y mascotas: Guarda los productos de limpieza en un lugar seguro, fuera del alcance de niños y mascotas.