Hoy os contaré sobre una planta extraordinaria que ayuda a eliminar alergias y mucho más… En particular, hablaremos sobre la rinitis alérgica. Es uno de los mayores problemas si tienes alergias. Al final del programa, recomendaré un té hecho con esta planta. La fiebre del heno, también llamada rinitis alérgica, es una inflamación del revestimiento nasal. Provoca signos y síntomas similares al resfriado, como secreción nasal, picor en los ojos, estornudos y dolor en los senos paranasales. Pero a diferencia del resfriado común, la fiebre del heno no es causada por un virus. Está causada por una reacción alérgica a alérgenos encontrados en espacios cerrados y abiertos, como el polen, ácaros del polvo, partículas de polvo o por contacto con mascotas.
¡Los primeros síntomas de la rinitis alérgica suelen aparecer antes de los 20 años!
La rinitis alérgica puede afectar tu rendimiento en el trabajo o la escuela e interferir con las actividades a las que te dedicas en tu tiempo libre. En un proceso llamado hipersensibilidad, tu sistema inmunitario identifica erróneamente una sustancia inofensiva en el aire como algo perjudicial. Tu sistema inmunitario entonces comienza a producir anticuerpos contra esta sustancia inofensiva. La próxima vez que entras en contacto con esta sustancia, estos anticuerpos la reconocen y envían señales al sistema inmunitario para que libere sustancias químicas, como la histamina, en el torrente sanguíneo. Entonces el sistema inmunitario desencadena una reacción que provoca síntomas de fiebre del heno.
¡Una de las mejores hierbas para prevenir las alergias es la QUINÁCEA!
La equinácea o Rudbeckia es una planta autóctona de Norteamérica con una rica tradición de uso. La investigación arqueológica muestra que los indios lo han utilizado durante siglos como un “remedio versátil para todas las enfermedades”. A lo largo de la historia, la equinácea ha encontrado su aplicación en el tratamiento de infecciones respiratorias, infecciones urinarias, heridas, quemaduras y picaduras de insectos.
El nombre proviene de la palabra griega ἐχῖνος (ekhinos), que significa “erizo”, debido a su parte espinosa. Estas plantas con flores y sus partes tienen diferentes usos. La equinácea purpurea se utiliza en la medicina tradicional.
Las primeras especies de equinácea fueron descubiertas por exploradores europeos en los bosques del sureste de Norteamérica durante el siglo XVIII. La equinácea ocupó un lugar respetado en la medicina estadounidense moderna hasta principios del siglo XX, cuando su popularidad quedó eclipsada por la llegada de los antibióticos. Los estudios clínicos confirman que la equinácea aumenta el número de glóbulos blancos, que forman parte de nuestro sistema inmunitario. De este modo, nuestro cuerpo mejora la inmunidad. Los polisacáridos en la equinácea destruyen patógenos dañinos, como virus, hongos o bacterias. Previene alergias, caspa, gripe e infecciones de las vías respiratorias superiores.
Como prevención de alergias estacionales, toma esta planta 1-2 meses antes de que aparezcan las alergias. Si tienes alergias durante todo el año, toma la planta la mayor parte del año, pero con pausas regulares. ¿Cómo se hace té? Añade 2 cucharaditas de té de equinácea a 300 ml de agua y 1 cucharadita de té de menta. Hierve agua y deja el té a fuego lento durante unos 7-8 minutos. Ahora cuela el té y déjalo enfriar durante 10-15 minutos. Ahora añade 1 cucharadita pequeña de miel de manuka y el zumo de 1/4 de limón al té. Bebe una vez al día, 15 días seguidos, y luego toma un descanso de 15 días.
Aprende a practicar el “ayuno intermitente”, que es la dieta más saludable que ayudará al cuerpo a combatir las alergias.